Se acerca el momento de quemar el muérdago que colocamos sobre el dintel de la puerta de entrada a principios de año. Según la tradición, el muérdago ahí colgado protege las casas y a las personas que viven en ellas, atrayendo la buena suerte. Al quemarlo, todo lo negativo que ha sucedido durante los últimos 12 meses queda eliminado para poder empezar con buen pie el año.
Los antiguos druidas consideraban que esta planta parásita tenía propiedades mágicas y curativas. Antiguamente se colgaba de la cuna de los bebés varones para evitar que las hadas, de noche, se los llevasen. Además, se asociaba con la masculinidad y era un símbolo de paz. En el norte de Europa, poner fin a los desacuerdos bajo el muérdago representaba una paz duradera.
La idea de que el muérdago es una planta mágica procede del hecho de que no es ni de la tierra ni del aire. Sus raíces no están en el suelo y no se sostiene en el aire por sí mismo. Es por eso que la leyenda dice que, al cortarlo, no puede tocar el suelo en ningún momento. Y, antes de recolectarlo, es necesario pedir permiso a la planta para arrancarla de su hábitat natural, de lo contrario sus propiedades mágicas pueden volverse contra quien lo haya cortado.
Una de las tradiciones más conocidas en relación al muérdago, es la del beso. Está más extendida en la cultura anglosajona pero seguro que os suena. Si una chica es besada bajo el muérdago debe aceptar el beso, ya que, de no hacerlo, estaría rechazando sus propiedades mágicas. También se cree que un beso bajo el muérdago vuelve un amor duradero, especialmente si es en Nochebuena. ¿Tenéis ya el muérdago sobre la puerta?
Qué mono este post!! Lovely post!
ResponderEliminarGracias por leerme y por tu comentario. Espero tu próximo post con ilusión. un beso fuerte!
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