domingo, 30 de septiembre de 2012

Tutú romántico

El tutú romántico es una falda compuesta por varias capas de tul ilusión fruncido sin almidonar. Estrictamente hablando este tipo de tutú llega por debajo de la rodilla, pero esta noche la responsable de vestuario del ballet soy yo y he preferido una versión varios centímetros más corta de Kling, con detalle de cintura de lentejuelas en negro. El tul, que es ese género suave compuesto por una malla hexagonal pequeñita, es uno de mis tejidos favoritos. Para mi es lo más parecido al material del que se fabrican los sueños. Y es que, además de para confeccionar los tutús se emplea también para velos, vestidos de novia, trajes de noche y bases para bordados. ¿Sabíais que el tul recibe su nombre de la ciudad francesa de Tulle? En ella este material se fabricaba en grandes cantidades.

Mi tutú es rosa palo y, para contrarrestar la dulzura de la falda he sustituido las zapatillas de ballet por unos botines negros de ante con cordones y unos calcetines gris marengo con print en fucsia y detalle de hilo metalizado en plata. El tradicional body es ahora un top negro de amplio escote redondo y manga tres cuartos de Stradivarius. Para darle un toque más desenfadado lo he dejado por fuera, sobretodo por detrás. Ahora ya estoy lista para comenzar con un plié, tendu, ronde de jambe y... un bello pas de deux, como en mis ballets favoritos.



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jueves, 27 de septiembre de 2012

coser&cantar

Una de las tendencias de esta temporada consiste en coger una prenda de ropa o complemento y coserle distintos abalorios. Si eres apañada con los DIY, antes de desterrar ese jersey que el año pasado no te quitaste ni un día pero que ahora ves anodino y nada acorde con tu renovado espíritu rompedor, ¡deténte! Házme caso y sigue estos sencillos pasos:

1. saca el jersey del cajón (también nos vale una camiseta, cazadora, chaqueta, abrigo, pañuelo, cinturón, media, bota, botín, zapato de tacón o plano, vestido, camisa, pantalón, falda, bufanda, cuello de piel sintética, gorrito, gafas, sudadera, paraguas... ¡lo que sea!)

2. reúne unas 40 ó 50 tachuelas doradas o plateadas, perlas, piedras de colores, cristalitos, cuentas...
3. cóselos o pégalos (dependiendo del material en cuestión del que estemos hablando) aleatoriamente o haciendo dibujos a la/las prendas seleccionadas para este revamp casero y...

¡Tachán, ya vas a la moda! No hace falta que te compres nada nuevo. Ejemplos para inspirarte a continuación (todos de Zara):






























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miércoles, 26 de septiembre de 2012

¡Felicidades Tati!

Hoy es el cumple de mi amiga Tati. Tati y yo tenemos muchas cosas en común y además nos complementamos muy bien. Como somos las dos muy originales, cuando quedamos nos gusta hablar en tres idiomas. Comenzamos con el castellano pero hay cosas que se expresan mejor en inglés, así que cambiamos de registro en un periquete. Y cuando llega el momento de soñar, pasamos al italiano, allora, es como preparar una tarta de tres chocolates. Ella es una de esas personas que cuando tienen un sueño creen en él, no dejan que las opiniones de los demás le frenen y lo hacen realidad. Su pelo rizadísimo y sus ojos verdes son sus señas de identidad. Tati es vital y romántica, disfrutona y bailona. Cree mucho en las señales del universo y es una experta en leerlas. Hace poco estuvo viviendo una gran aventura en Río de Janeiro y ahora la vida le ha llevado otra vez a hacer las Americas. Estas son mis fotos favoritas (alguna inéditas) de los posts en los que acompañamos a Tati por distintos lugares de Río. Seguro que en breve tenemos una nueva entrega con la misma modelo en otro y fascinante destino. ¡Tanti Auguri Tati!









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lunes, 24 de septiembre de 2012

Una tarde de Septiembre

Esta tarde he ido al Barrio de las Letras en busca de un libro muy especial. Un libro que no sé si se ha escrito pero que intuyo que existe. Como ha empezado a hacer fresquito en Madrid he optado por ponerme una sudadera rosa palo sobre una camiseta gris perla, shorts vaqueros y bailarinas. Un atuendo cómodo para poder pasear, rebuscar en estanterías, agacharme, estirarme y subir escaleras empinadas que llevan a más estanterías atiborradas de libros con una película de polvo sobre sus tapas...


Caminando por las calles adoquinadas del barrio, que parecen haberse detenido en el tiempo, he encontrado iglesias escondidas, tabernas y fachadas en rosa algodón de azúcar, pero ni rastro de las librerías. Cuando ya estaba a punto de marcharme con una punzada de desilusión, me he cruzado con un chico que llevaba una camiseta fucsia con un dibujo amarillo en el pecho. Yo siempre me fío de un chico que lleva una prenda rosa. Le he preguntado si sabía dónde estaba la librería del barrio, ha fruncido el ceño y entonces he visto una hamburguesería justo detrás de él. Como aún no había comido y me moría de hambre, le he arrastrado a una mesa al fondo del local. Siempre he pensado que los chicos que llevan una camiseta rosa son simpáticos. Lo que para mi era comer para él ha sido cenar, se acuesta a las siete de la tarde porque encuentra su inspiración de madrugada. A esas horas es cuando le visitan las musas. Me ha hablado de pueblos de la Toscana que retroceden en el tiempo, de Woody Allen y de un libro que escribió hace años. Mi innata curiosidad me ha llevado a preguntarle por su libro y no podía creerlo, ¡ese es el libro que yo estaba buscando! Me he abalanzado sobre él para darle un abrazo de picapica y aún me huele el pelo a su perfume. Creo que me llevo un amigo para toda la vida. 



Al final encontré lo que buscaba en el Barrio de las Letras.


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