Uno de los grandes placeres de la vida es que te hagan la manicura. Para mí es algo extremadamente relajante y enseguida aprecias la mejora estética del tratamiento. Unas manos tras una buena manicura parecen otras. Lo mismo sucede con los pies. Después de una pedicura los miro y me admiro de lo bonitos que son, simplemente necesitaban un poco de mimo y atención. Llevar tanto los pies como las manos arregladas son detalles que no debemos obviar. Son una gran carta de presentación. Yo, por ejemplo, me fijo siempre en las manos de los chicos. Si las llevan desarregladas pierden todos los puntos, incluidos los del carnet de conducir, y lo mismo me pasa con los zapatos. Pero ese es otro tema.
Mi generosa hermana me invitó ayer a conocer Vanity Nails en la zona de Valdemarín, donde me obsequió con una manicura completa.
Nada más llegar al luminoso local, las agradables chicas de Vanity Nails me ofrecieron una Coca Cola fresquita y pude elegir el color del esmalte con el que me iban a pintar las uñas. Felicidad es una buena manera para describir mi estado en ese momento.
Había una gran variedad de colores. Las marcas entre las que puedes elegir son OPI, Essie y Chanel. ¡Las mejores!
En cuanto a los productos que utilizan para la manicura también son de gran calidad.
El color que elegí fue el Camera de Essie.
Y este es el resultado. ¡Un color vibrante y divertido, perfecto para seguir soñando con el verano! Quedan tan bonitas que una amiga me preguntó si era esmaltado permanente ya que tiene un toque muy brillante, uniforme y perfecto.
Mi hermana optó por el color topo de Chanel. Mucho más acorde con el otoño en el que acabamos de entrar.
¿Cuál os gusta más?
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